Escándalo en el gobierno de Javier Milei: el presidente y su ministro de Economía, Luis Caputo, fueron denunciados penalmente por presunta malversación de fondos públicos, en una operación que benefició a compradores de dólares oficiales minutos antes de anunciarse una devaluación encubierta.
La denuncia, presentada por el abogado Leonardo Martínez Herrero, apunta también al directorio del Banco Central (BCRA). Según el escrito, funcionarios del gobierno habrían permitido la compra de dólares a $1.097,50, con pleno conocimiento de que horas después se establecería una banda de flotación entre $1.000 y $1.400, lo que dispararía la cotización de la divisa.
La presentación judicial exige pericias para identificar a los beneficiarios de la maniobra, además del allanamiento del BCRA y la intervención de la Corte Suprema. Desde la oposición, ya lo señalan como un escándalo financiero de magnitudes, con posibles ramificaciones políticas y penales.
El hecho se suma a las crecientes críticas contra la gestión económica de Milei, quien —mientras promueve un discurso de austeridad— permite operaciones que benefician a sectores especulativos y erosionan las reservas del país. En palabras del diputado Germán Martínez, “por más que lo quieran vestir de seda, esto fue una devaluación en favor de los de siempre”.
Además, el clima político se enrarece aún más con las acusaciones de encubrimiento en el caso de la criptomoneda Libra y el rechazo del oficialismo a que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, brinde explicaciones en el Congreso.
Mientras el gobierno apela a discursos grandilocuentes, la falta de transparencia y los beneficios para actores privilegiados siguen generando indignación y alarma en vastos sectores de la sociedad.
