El Gobierno celebró un acuerdo técnico con el FMI, pero los detalles del préstamo aún no están claros y despiertan preocupaciones sobre las condiciones que implicará.
El Fondo Monetario Internacional anunció que alcanzó un acuerdo técnico con el Gobierno de Javier Milei para otorgarle un nuevo préstamo por 20.000 millones de dólares. Aunque todavía falta la aprobación del Directorio Ejecutivo del organismo, desde el oficialismo ya lo presentan como un logro. Sin embargo, el acuerdo reactiva una relación con el Fondo que históricamente ha implicado ajustes, pérdida de soberanía económica y un fuerte impacto social.
El FMI elogió las medidas del gobierno libertario y habló de una “desinflación rápida” y una supuesta mejora de los indicadores sociales. No se mencionó, sin embargo, el deterioro del poder adquisitivo, los despidos en el Estado, la recesión creciente y el aumento de la pobreza que acompañaron esas políticas. La letra chica del acuerdo todavía no se conoce, pero el Gobierno espera que sirva para reforzar reservas y facilitar cambios en la política cambiaria.
Más allá del anuncio, persisten las dudas: ¿en qué condiciones llegará ese dinero?, ¿a qué se destinará exactamente?, ¿qué nuevas exigencias impondrá el Fondo?.