Tras otra jornada complicada en el Congreso, el oficialismo de La Libertad Avanza suspendió la sesión del Senado en la que pretendía avanzar con el proyecto Ficha Limpia, una iniciativa que muchos sectores de la oposición denuncian como un intento encubierto de proscribir a figuras clave del peronismo, entre ellas Cristina Fernández de Kirchner.
La medida, que ya contaba con media sanción de Diputados, buscaba impedir que personas con condenas en segunda instancia puedan ser candidatas, pese a que ese tipo de sentencias aún no tienen carácter firme. Para amplios sectores del arco opositor y del mundo jurídico, la norma habilita una peligrosa flexibilización del principio de inocencia, convirtiéndose en una herramienta útil para disciplinar políticamente a quienes desafían al poder económico concentrado.
La decisión de postergar la sesión —según argumentaron desde el oficialismo— se debió al paro general y a complicaciones logísticas. Sin embargo, la verdadera razón parecería ser la falta de apoyo para garantizar una mayoría en el recinto, en un contexto de creciente desgaste político para el gobierno de Milei, que acaba de sufrir otra derrota con la creación de la comisión investigadora por el escándalo de la criptomoneda $Libra.
Desde distintos espacios del peronismo e incluso de otras fuerzas no oficialistas, se advierte que el proyecto Ficha Limpia forma parte de una avanzada judicial y mediática que, lejos de buscar transparencia, pretende condicionar la participación política de sectores populares y opositores. La suspensión de la sesión no representa una derrota definitiva del proyecto, pero sí evidencia las dificultades del oficialismo para imponer una agenda que, bajo el disfraz de ética institucional, esconde intenciones profundamente antidemocráticas.