El juez Ariel Lijo elevó a juicio la causa contra el dirigente del Polo Obrero y otros referentes sociales. Los acusa de extorsionar a beneficiarios de programas estatales y de presentar facturas apócrifas para justificar fondos del Estado.
El referente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, y otros integrantes de movimientos sociales enfrentarán un juicio oral por supuestas maniobras de extorsión y defraudación al Estado. La Justicia los acusa de obligar a beneficiarios de planes sociales a entregar parte del dinero o participar de marchas para no perder la asistencia.
El juez federal Ariel Lijo dio por cerrada la etapa de instrucción y envió el expediente a juicio. Según la investigación, dentro de las organizaciones existía una estructura que controlaba los planes sociales, imponía condiciones y retenía fondos. Además, detectaron facturas presuntamente falsas en la rendición de gastos vinculados al programa Potenciar Trabajo.
En el expediente figuran denuncias de ex beneficiarios, escuchas telefónicas, documentación y declaraciones que señalan a los imputados como parte de un esquema organizado. También aparecen cooperativas y comedores que, según la causa, habrían funcionado como pantalla.
Desde el Polo Obrero negaron las acusaciones y denunciaron una avanzada judicial contra los movimientos sociales. Belliboni rechazó las acusaciones y apuntó contra el Gobierno, al que responsabiliza por una campaña de criminalización hacia las organizaciones sociales. La fecha del juicio aún no fue definida.