En pleno 2025, la Corte Suprema de Estados Unidos ha decidido revisar la constitucionalidad de la ley que prohíbe las llamadas “terapias de conversión” para menores en Colorado. Sí, esas mismas prácticas ampliamente denunciadas por organizaciones médicas y de derechos humanos como violentas, inútiles y profundamente dañinas. Que hoy se cuestione una ley que protege a niñas, niños y adolescentes LGTB+ es un retroceso alarmante que pone en riesgo la salud mental y la dignidad de toda una generación.
Y mientras la Corte mira hacia atrás, algunos legisladores republicanos siguen en su cruzada contra la identidad de género. Durante una audiencia, el representante Keith Self se refirió de forma deliberadamente incorrecta a la congresista trans Sarah McBride, una falta de respeto que no es inocente, sino parte de un discurso sistemático de odio y negación.