Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se encuentran en alerta luego de la reciente reestructuración aprobada por el Consejo Directivo del organismo. Esta modificación de la estructura agrega una Secretaría de Coordinación, reduce las funciones de la Dirección Nacional y transfiere poder al Consejo Directivo. Según los trabajadores, este cambio podría generar despidos masivos y un impacto negativo en el funcionamiento del INTA, lo que agrava la preocupación sobre el intento de “destrucción permanente” que, según ellos, está llevando a cabo el Gobierno nacional bajo la administración de Javier Milei.
El secretario general de la Asociación del Personal del INTA (APINTA), Mario Romero, criticó duramente la reforma y advirtió sobre las consecuencias negativas en la gestión de los recursos humanos y la visión del organismo. Según Romero, la reestructuración está motivada por intereses que buscan transformar al INTA en una institución más enfocada en la región pampeana, lo que podría desplazar el foco de trabajo y la presencia en otras áreas clave. Los trabajadores consideran que estas medidas son parte de un plan para privatizar el organismo y reducir su función pública.
A pesar de la oposición interna de algunos miembros del Consejo, como el veterinario Guillermo Bernardes y el ingeniero agrónomo Guillermo Tettamanti, la reestructuración fue aprobada con el apoyo de la mayoría del Consejo Directivo. Ante esta situación, los trabajadores han convocado una movilización para el 24 de abril, coincidiendo con la reunión ordinaria del mes, en la que buscarán manifestar su rechazo a los cambios y defender la integridad del INTA y sus trabajadores.