La Confederación General del Trabajo (CGT) ha convocado a un paro general de 24 horas para el próximo 10 de abril, junto con una jornada de acción gremial de 36 horas que comenzará el 9 de abril. La Asociación Bancaria, liderada por Sergio Palazzo, se unirá a esta medida de fuerza, lo que resultará en la paralización de la actividad financiera presencial. Palazzo ha expresado que esta acción es necesaria debido a la falta de respuestas del gobierno y en apoyo a los jubilados y trabajadores que viven por debajo de la línea de pobreza, a pesar de tener empleo.
El gremialista ha reconocido que estas medidas pueden generar descontento en la sociedad, pero enfatiza la importancia de abrir un diálogo constructivo entre el gobierno y el movimiento obrero para abordar temas de producción, empleo y recuperación de ingresos. En un comunicado, la Asociación Bancaria ha manifestado su firme apoyo a la huelga, argumentando que es crucial establecer un límite a las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei, que, según ellos, han perjudicado a los trabajadores y jubilados en favor de grandes grupos económicos.
A pesar de la paralización de las actividades en los bancos, se podrán realizar operaciones a través de tarjetas de débito y crédito para compras y pagos de servicios. Aquellos que necesiten retirar efectivo podrán hacerlo en cajeros automáticos o en comercios que ofrezcan el servicio de extracción, como farmacias y supermercados. Esto permitirá que, aunque la actividad bancaria esté limitada, los ciudadanos aún tengan acceso a sus fondos durante la jornada de paro.