La devaluación del peso ha provocado una escalada generalizada de precios en Argentina, afectando una amplia gama de productos y servicios. A solo días del salto del dólar a 1230 pesos, sectores como alimentos, construcción, textiles y automotrices comenzaron a ajustar sus precios. Los aumentos, que van del 3% al 10%, se suman a la incertidumbre económica, ya que muchas empresas negocian contratos con “precios abiertos”, anticipando nuevas subas del dólar.
En el rubro alimenticio, se destacan alzas del 9% en productos básicos como aceites y papeles, mientras que las multinacionales Unilever y SC Johnson han incrementado sus precios un 7%. La industria automotriz no ha sido ajena a estos aumentos, con subas de hasta el 10% en algunos modelos. Además, el costo de materiales de construcción, como el cemento y el hierro, también ha registrado incrementos, lo que podría generar un efecto dominó en los precios finales de productos y servicios.
El impacto de la devaluación sobre los insumos importados es un factor crítico. Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara de la Construcción alertan sobre el encarecimiento de estos materiales, lo que afecta directamente la producción y la competitividad del sector. A pesar de las presiones gubernamentales para moderar los aumentos, la inflación y el costo de vida siguen siendo desafíos crecientes, lo que genera preocupación por el futuro económico del país.