La reciente intervención de Cristina Kirchner contra Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha reavivado el debate sobre el impacto de las políticas económicas impuestas por el organismo internacional en Argentina, especialmente en relación con el “cambio” prometido por la gestión de Mauricio Macri y la continuidad de esas mismas políticas bajo Javier Milei. En sus declaraciones, la ex vicepresidenta vinculó directamente las promesas de “cambio” con un ajuste económico devastador, lo que, según ella, ha llevado al país a una crisis de deuda, inflación y desempleo.
El “Cambio” y su legado: Un ajuste económico y social
En su mensaje a Georgieva, Kirchner subraya que el eslogan de “cambio”, que fue central en la campaña de Mauricio Macri en 2015, no fue más que una máscara para encubrir una serie de políticas económicas que terminaron empeorando la situación social y económica del país. Según la ex presidenta, las promesas de “no perder nada” fueron rápidamente reemplazadas por un ajuste fiscal, un endeudamiento récord con el FMI y un aumento en la desigualdad social. La deuda con el FMI, que se disparó a 45.000 millones de dólares durante el gobierno de Macri, es, en su opinión, uno de los mayores responsables de la actual crisis.
El mensaje de Kirchner va más allá de una crítica puntual al pasado. Al referirse al “cambio” que celebra Georgieva, lo vincula directamente con la reactivación de políticas económicas neoliberales bajo el gobierno de Javier Milei, quien, según Kirchner, ha tomado la posta de Macri con una versión “recargada” de esas medidas, que solo benefician a los intereses internacionales y perjudican gravemente a la clase trabajadora y a la industria nacional.
El contraste con Néstor Kirchner y la independencia del FMI
Un punto clave en las declaraciones de Cristina Kirchner es el contraste que traza entre el gobierno de Néstor Kirchner y el manejo de la deuda externa, particularmente con el FMI. Según la ex vicepresidenta, durante la gestión de su difunto esposo, se adoptó una postura de soberanía al pagar toda la deuda con el FMI en un acto de dignidad nacional, lo que permitió a Argentina recuperar el control sobre sus políticas económicas. Este contraste con la situación actual es central en su crítica: mientras que el gobierno kirchnerista priorizó el desarrollo económico e inclusión social, el FMI y sus aliados políticos, como los gobiernos de Macri y Milei, han optado por condiciones de ajuste que solo han generado pobreza y dependencia económica.
Este enfoque de soberanía económica y desarrollo autónomo frente a la influencia del FMI es uno de los ejes del discurso político de la ex presidenta, quien sigue defendiendo la idea de que un país debe construirse con políticas que prioricen la justicia social y no con los dictados de los grandes organismos financieros internacionales.
La presión internacional y las tensiones en torno al préstamo a Argentina
El contexto internacional en el que Cristina Kirchner hace estas declaraciones es clave para entender la tensión entre el gobierno argentino y el FMI. Según los informes de Bloomberg, el FMI ha ejercido presión sobre la administración de Argentina para que acepte nuevas condiciones económicas, incluida la revisión del régimen cambiario y el desembolso de 12.000 millones de dólares, a pesar de las reservas internas sobre la sostenibilidad de la deuda. La gestión de Javier Milei, alineada con las expectativas del FMI, parece seguir un camino similar al de Macri, aceptando las condiciones que el organismo impone, lo que genera preocupación en amplios sectores del país sobre las consecuencias sociales y económicas de este acuerdo.
La sombra del FMI sigue pesando sobre Argentina, y el nuevo gobierno de Milei se ve presionado a cumplir con las exigencias del Fondo, a pesar de las críticas internas y la creciente desconfianza hacia el FMI en el país. En este sentido, las declaraciones de Kirchner reflejan una visión del país que sigue luchando por recuperar su soberanía económica frente a la injerencia de actores internacionales que, según su visión, no tienen en cuenta las realidades sociales del pueblo argentino.
El impacto político de las declaraciones de CFK
Las palabras de Cristina Kirchner no solo son un llamado a la reflexión sobre las políticas del FMI, sino también un recordatorio de la ruptura política que existe entre los sectores del peronismo kirchnerista y las políticas de libertad económica que representan tanto el FMI como los gobiernos de Macri y Milei. Este choque de visiones sigue siendo uno de los elementos clave en la lucha política interna en Argentina, que podría marcar el rumbo del país en los próximos años.
Conclusión: El dilema del “cambio” y la deuda externa
En definitiva, la crítica de Cristina Kirchner a Kristalina Georgieva pone sobre la mesa un debate de fondo sobre el modelo económico que el país debe seguir. Mientras que los sectores neoliberales celebran las políticas de ajuste y deuda impuestas por el FMI, los sectores nacionales que representan figuras como Kirchner siguen defendiendo la soberanía económica y el desarrollo inclusivo como pilares fundamentales para el futuro de Argentina. En este contexto, el “cambio” prometido por los últimos gobiernos, más que una solución, parece haber sido el catalizador de una nueva crisis económica, cuyos efectos aún están por verse.