Esta noche, el presidente Javier Milei hablará en cadena nacional para celebrar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que habilitará un primer desembolso millonario. Pero detrás del discurso oficial, la realidad económica de millones de argentinos sigue marcada por el ajuste, la inflación y el estancamiento.
En lugar de enfocarse en medidas que alivien la crisis social, Milei volverá a presentarse como el salvador de una economía que su propio gobierno ha llevado al límite con políticas recesivas y una fuerte pérdida del poder adquisitivo. El acuerdo con el FMI le permitirá al Banco Central sumar reservas, pero nada indica que ese dinero se traduzca en mejoras concretas para la población, especialmente para los sectores más vulnerables.
El anuncio se da en un contexto de creciente malestar social, con precios en alza, salarios planchados y señales de agotamiento económico. Mientras tanto, el gobierno apuesta todo a una narrativa de éxito basada en los mercados y el respaldo externo, dejando de lado las urgencias del día a día de los argentinos.
Para muchos, la cadena nacional no será una celebración, sino una puesta en escena para consolidar un relato que ya muestra señales de desgaste frente a una realidad que golpea cada vez más fuerte.