La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) destacó el apoyo de la sociedad con los damnificados del temporal trágico de Bahía Blanca y le reclamó a la dirigencia que siga ese ejemplo y evite “actitudes y expresiones que lastiman, lenguajes despreciativos no exentos de crueldad, que atentan seriamente contra la unidad”.
La conducción local de la Iglesia Católica también destacó el compromiso y la solidaridad del pueblo -con donaciones de dinero, alimentos y otros insumos- con las víctimas bahienses y difundió un emotivo mensaje respecto del papa Francisco, quien se recupera de una complicada situación médica en Roma.
Los obispos estuvieron reunidos dos días en la sede porteña de la CEA y si bien había expectativas de que se pudiera realizar la demorada reunión de la nueva conducción elegida el año pasado con el presidente Javier Milei, todo terminó sin novedades.
En la Iglesia hay un silencioso malestar por la indiferencia que viene mostrando el Gobierno hasta ahora, que se traduce tanto en que pasaron dos reuniones de la nueva dirigencia de la CEA sin una reunión con el Ejecutivo, como con la ausencia de un mensaje de la máxima autoridad del país con la situación del papa Francisco, que vivió momentos de enorme gravedad días atrás.
Según pudo saber Conector., ambos temas estuvieron en las conversaciones de los obispos, más allá de que en el comunicado solo hubo referencias a la situación de Bahía Blanca, las cuestiones pastorales y la salud del santo padre.
“No podemos estar ajenos a las realidades que vivimos como argentinos”, dijeron los obispos, y transmitieron “el profundo dolor ante la tragedia en Bahía Blanca, especialmente de los que perdieron a sus seres queridos, y de los que quedaron sin casa, sin sus bienes”.
Al respecto, los obispos afirmaron: “Contrastando con este inmenso dolor, no deja de ser un signo de esperanza la reacción espontánea de nuestro pueblo, de una compasión que baja a las manos, que se hace gesto de ternura, llegando incluso hasta el heroísmo de dar la vida. La solidaridad es una muestra evidente que nos necesitamos unos a otros”.
“Valoramos agradecidos cómo en medio de la catástrofe, las distintas instituciones, al organizar seria y delicadamente la solidaridad, rescatan, salvan y ayudan a sostener empecinadamente viva la esperanza”, afirmaron.