Ataques a Kicillof, grietas internas en La Libertad Avanza y presión sobre el PRO
En un acto cargado de agresiones personales, amenazas y definiciones ideológicas extremas, Javier Milei encabezó el cierre del Congreso de La Libertad Avanza en La Plata y dio inicio formal a la campaña rumbo a las elecciones provinciales del 7 de septiembre. El evento dejó en evidencia su protagonismo absoluto en el armado bonaerense, el tono confrontativo de su estrategia y las tensiones internas que atraviesan al oficialismo libertario.
Milei: de Presidente a jefe de campaña
Frente a funcionarios, dirigentes y militantes, Milei se mostró más como líder de facción que como jefe de Estado. Utilizó su discurso para atacar de manera directa y violenta al gobernador Axel Kicillof, al que calificó como “pichón de Stalin”, “eunuco” y “burro”. Con esas palabras, marcó el inicio de una campaña basada en la descalificación y el odio, sin propuestas concretas para los bonaerenses.
“El enemigo ha sido identificado”
A lo largo de su exposición, el Presidente construyó un relato binario y confrontativo: “el bien contra el mal”, “la libertad contra el comunismo”, “los que ajustan contra los que gastan”. En ese marco, ubicó al kirchnerismo como un “enemigo” a destruir y sostuvo: “Estamos metiéndolos presos”, en una clara alusión a la condena contra Cristina Fernández de Kirchner.
La campaña de Milei en Buenos Aires busca reeditar la estrategia de polarización que usó en CABA, pero con mayor agresividad discursiva. “Vamos a terminar con todos estos parásitos mentales del partido del Estado”, sentenció, mientras el gabinete libertario aplaudía de pie.
Internas libertarias a la vista
Además del tono, el acto expuso la interna feroz dentro de La Libertad Avanza. Mientras Sebastián Pareja, operador político de Karina Milei en la provincia, ocupó un lugar privilegiado junto al Presidente, los sectores alineados a Santiago Caputo –como la patrulla digital– brillaron por su ausencia. El único referente de ese espacio presente fue el legislador Agustín Romo, lo que confirma la puja por el control del armado bonaerense.
PRO: un aliado incómodo
Otra tensión quedó clara: la relación con el PRO sigue sin cerrarse. Aunque hay negociaciones en marcha con Cristian Ritondo y Diego Santilli, Milei dejó señales de que no quiere un frente conjunto, sino una absorción del partido de Mauricio Macri. Desde el escenario remarcó: “Eligieron terminar con el sistema de casta, no cambiar de nombres sino de modelo”, deslizando que el PRO representa lo viejo.
La única mención positiva fue para Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, a quien Milei elogió por “bajar tasas”. No hubo referencias a otros referentes ni definiciones sobre candidaturas, que deberán confirmarse antes del 19 de julio.
Un modelo para pocos
Más allá del tono, el contenido del discurso también fue revelador. Milei defendió abiertamente su plan económico, que beneficia a los sectores concentrados en detrimento del Estado y de los trabajadores. “La justicia social es injusta”, repitió. Se jactó del ajuste, del reconocimiento del FMI a Patricia Bullrich y de la proyección internacional de su ministro de Economía, Luis Caputo.
Mientras tanto, miles de docentes y trabajadores de la salud se manifestaban en distintos puntos del país por recortes salariales y presupuestarios. El contraste no pareció importarle al Presidente, que celebró el orden social conseguido mediante la represión.
📌 Conclusión
El lanzamiento de la campaña de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires marca una etapa de radicalización política, discursos violentos y control absoluto del armado electoral. El Presidente dejó claro que no habrá lugar para disidencias internas ni para alianzas equilibradas: su modelo es vertical, personalista y excluyente.
Con un discurso que combina ajuste económico, violencia simbólica y rosca política, Milei busca conquistar un territorio históricamente adverso. Pero su apuesta conlleva riesgos: profundiza la grieta, ahuyenta aliados y convierte la campaña electoral en una batalla ideológica cargada de odio.