El canal infantil Pakapaka lanzará en julio una nueva programación marcada por un cambio radical de enfoque: menos producción nacional y contenidos pedagógicos, más animé japonés y series extranjeras. La gestión libertaria anunció la renovación bajo el lema de una televisión “sin bajada ideológica”, aunque los nuevos títulos evidencian un sesgo claro hacia valores económicos liberales y discursos anticomunistas.
Entre las novedades figura Dragon Ball, ícono del animé de los 90, junto a títulos como World Trigger, Dragon Quest y la polémica serie estadounidense The Tuttle Twins, centrada en viajes temporales para difundir principios de “libertad económica”. En las redes sociales, Pakapaka aclaró: “¿Y Zamba? Lo estamos arreglando…”.
Zamba, el personaje que recorría momentos clave de la historia argentina junto a próceres y militantes, fue retirado de la pantalla. Su reformulación sigue sin precisiones, aunque el adelanto visual muestra un rediseño gráfico. La salida del personaje, símbolo de la memoria y los derechos humanos, marca una fuerte ruptura con el espíritu original del canal.
Desde la asunción de Javier Milei, los canales públicos sufrieron recortes presupuestarios, eliminación de contenidos históricos y una línea editorial orientada a lo “neutral”. En la práctica, esto se traduce en menos memoria, menos derechos y más entretenimiento importado, sin anclaje local.
La nueva etapa de Pakapaka representa algo más que un giro estético: es una transformación cultural profunda, donde el vaciamiento simbólico de los medios públicos se vuelve política activa.