El presidente Javier Milei confirmó que viajará a Roma para asistir al funeral del papa Francisco, a quien durante años atacó públicamente con descalificaciones que ahora busca dejar atrás tras su muerte.
El mandatario estará presente en las exequias que se celebrarán en El Vaticano, según el ritual simplificado que el propio Francisco dejó establecido en 2024. El Papa pidió un funeral austero, con un único ataúd de madera con interior de zinc, y rechazó ser enterrado en las grutas vaticanas, optando por la Basílica de Santa María la Mayor.
La ceremonia también prescindirá de varios elementos tradicionales, como el báculo papal y el triple féretro. El cuerpo será expuesto ya dentro del ataúd abierto, para permitir la veneración de los fieles.
De insultos públicos al oportunismo diplomático
El gesto de Milei de asistir al funeral contrasta con su historial de insultos hacia el Sumo Pontífice. En 2022, escribió en redes sociales que el Papa era “el representante del maligno en la Tierra” y lo acusó de ser “un comunista que promueve la pobreza”.
A pesar de esas afirmaciones, tras ser electo presidente, Milei intentó recomponer la relación. Francisco lo felicitó por su triunfo electoral, lo que dio lugar a una conversación telefónica y luego a una reunión privada en el Vaticano, en febrero de 2024.
En ese encuentro, que también incluyó a su hermana y secretaria general Karina Milei, el presidente comenzó a cambiar su discurso. Reconoció públicamente que debió “reconsiderar” sus críticas y calificó al Papa como “el argentino más importante del mundo”.
