El Gobierno argentino ha decidido prorrogar la vigencia de la reducción en los derechos de exportación aplicables al trigo y la cebada. Esta medida, que inicialmente se había implementado a fines de enero y cuyo vencimiento estaba previsto para el próximo 30 de junio, se extenderá ahora hasta el 31 de marzo de 2026. De esta manera, la rebaja impositiva cubrirá la totalidad de la próxima campaña de cosecha fina.
Los principales beneficiados por esta extensión son los productores y exportadores de trigo y cebada, junto con sus productos derivados. Según estimaciones oficiales, las ventas al exterior de estos cereales y sus subproductos representan un ingreso de divisas cercano a los 4.000 millones de dólares anuales para el país, lo que equivale aproximadamente al 5% del total de las exportaciones argentinas.
En contraste, el Gobierno ha confirmado que esta prórroga en la baja de retenciones no se aplicará a otros granos fundamentales para el sector agrícola argentino. Productos como la soja, el maíz, el girasol y el sorgo quedarán excluidos de este beneficio y, por lo tanto, volverán a tributar bajo el esquema de alícuotas de derechos de exportación que estaba vigente en el mes de enero del corriente año.