La jueza Julieta Makintach presentó su renuncia al cargo tras el escándalo provocado por su participación en el documental “Justicia Divina”, que se filtró durante el juicio por la muerte de Diego Maradona. La renuncia se dio en la misma mañana en que el jurado de enjuiciamiento consideró sólida la prueba para llevarla a juicio político.
El documental contenía grabaciones realizadas dentro del juzgado, lo que violaba normas legales y éticas, generando un rechazo unánime tanto de la familia de Maradona como de los siete acusados, quienes solicitaron la nulidad del proceso.
Como consecuencia del escándalo, el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de San Isidro declaró nulo el juicio por la muerte de Maradona, anulando todo lo actuado desde marzo de 2024 y ordenando la conformación de un nuevo tribunal para reponer el proceso.
Previo a su renuncia, Makintach fue suspendida por 90 días por la Suprema Corte bonaerense, que calificó su conducta como “alejada de la sobriedad” y “inconciliable con el decoro y la prudencia”.
La renuncia ocurre en un contexto de fuerte presión pública y política, con pedidos de juicio político presentados por diputados, abogados y organizaciones civiles, que reclamaban la destitución de la jueza debido a su actuación durante el caso Maradona.