El paro de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) paraliza el transporte en el AMBA y se extiende a nivel nacional, afectando a millones de usuarios
El paro de colectivos convocado por la UTA amenaza con transformarse en un caso testigo para el gobierno de Javier Milei y para el sindicalismo. La medida de fuerza, que comenzó este martes, afecta a más de 300 líneas en todo el país, dejando a millones de usuarios sin transporte.
El conflicto se originó por la falta de acuerdo en las negociaciones salariales entre la UTA y las cámaras empresariales del sector. El sindicato reclama un aumento del 40%, mientras que las empresas sostienen que no están en condiciones de ofrecer más del 6% de incremento por cuestiones financieras.
La Secretaría de Trabajo se apartó de las negociaciones ante la intransigencia de las partes y dejó las posibles tratativas en manos de la Secretaría de Transporte. Si no aparecen otros canales oficiales de diálogo, el Gobierno dejará a merced del paro a los 4,5 millones de usuarios de colectivos en el área metropolitana de Buenos Aires.
Para este miércoles está prevista una audiencia en Trabajo entre la UTA y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) por la paritaria de los colectiveros a nivel nacional. El resultado de esta reunión será clave para determinar si se levanta la medida de fuerza o si el conflicto se profundiza.