Durante su pontificado, el Papa Francisco mantuvo relaciones diversas con los presidentes argentinos, reflejando tanto afinidades como tensiones.
Cristina Fernández de Kirchner fue la mandataria que más veces se reunió con Francisco, con un total de siete encuentros. Estas reuniones comenzaron incluso antes de su elección como Papa y continuaron durante su pontificado, evidenciando una relación cercana y frecuente.
Con Mauricio Macri, la relación fue más distante. Aunque se encontraron en dos ocasiones, el tono de estas reuniones fue más protocolar y frío, sin la calidez observada en otros vínculos presidenciales.
Alberto Fernández mantuvo una relación más fluida con Francisco. Se reunieron en varias ocasiones, tanto antes como durante su presidencia, abordando temas como la pandemia, la crisis económica y la lucha contra la pobreza. Incluso, en una visita privada en 2024, Fernández llevó a su hijo Francisco, nombrado en honor al Papa.
Con Javier Milei, la relación comenzó con tensiones debido a declaraciones polémicas del entonces candidato, quien llegó a referirse al Papa como “el representante del maligno en la Tierra”. Sin embargo, tras asumir la presidencia, Milei pidió disculpas y logró una audiencia con Francisco en febrero de 2024, coincidiendo con la canonización de Mama Antula. Este gesto fue interpretado como un intento de reconciliación y muestra de respeto hacia el Sumo Pontífice.