Miles de investigadores se movilizaron en el Polo Científico de Palermo y en todo el país para denunciar la crisis que atraviesa el sistema científico argentino.
Con carteles que decían “No al cientificidio” y una estética inspirada en El Eternauta, miles de científicos, becarios y académicos del CONICET se congregaron en el Polo Científico y Tecnológico de Palermo. La protesta se replicó en diversas ciudades del país, con el objetivo de visibilizar los efectos del ajuste presupuestario sobre el sistema de ciencia y tecnología.
Según datos oficiales, la Función Ciencia y Tecnología del Presupuesto Nacional caerá un 24,9% en 2025, alcanzando apenas el 0,153% del PBI, lejos del 0,45% establecido por ley. En la última década, el CONICET sufrió una caída del 34,7% en su financiamiento, lo que impacta en salarios, becas y recursos para la investigación.
Guillermo Durán, decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, advirtió que los salarios están desfasados respecto a países vecinos y que no hay ingresos al CONICET ni entrega de subsidios. Por su parte, Ana Arias, decana de Ciencias Sociales, alertó sobre la pérdida de interés de los jóvenes en la ciencia debido a la falta de respaldo estatal.
Los manifestantes reclamaron que el desfinanciamiento compromete el desarrollo económico, social y cultural del país, y exigieron al Gobierno nacional que revierta las políticas de ajuste que afectan al sistema científico argentino.