El presidente argentino Javier Milei llegó a Roma el viernes por la tarde, acompañado por parte de su gabinete, con la intención de asistir al funeral del papa Francisco. Sin embargo, su arribo se produjo después del cierre de la capilla ardiente en la Basílica de San Pedro, por lo que no pudo participar en el último adiós al pontífice argentino. Durante su estadía, Milei tenía previsto asistir al funeral programado para el sábado por la mañana en la Plaza de San Pedro, donde se esperaba la presencia de numerosos líderes mundiales y miles de fieles.
Antes de su llegada a Roma, Milei dedicó parte de su agenda en España a actividades personales, incluyendo la entrega de un doctorado honoris causa al economista Jesús Huerta de Soto. Estas actividades retrasaron su viaje a Italia, impidiéndole estar presente en la capilla ardiente. A pesar de sus críticas pasadas hacia el papa Francisco, a quien en su momento calificó de “representante del maligno en la Tierra”, Milei expresó recientemente que considera al pontífice como “el argentino más importante de la historia” y afirmó que su viaje era en representación de los argentinos de fe católica.
Durante su visita, Milei también tenía programado recibir el Premio Milton Friedman 2024, otorgado por la organización Students for Liberty Italia y el diario Il Tempo. Además, buscaba aprovechar la ocasión para interactuar con otros líderes mundiales presentes en el funeral, incluyendo al expresidente estadounidense Donald Trump, con quien intentó reunirse sin éxito en un viaje anterior a Florida. Mientras tanto, en Argentina, la figura del papa Francisco continúa generando opiniones divididas, con sectores que lo veneran y otros que mantienen críticas hacia su legado.
