El presidente Javier Milei respondió con firmeza a las recientes declaraciones de Mauricio Macri, quien insinuó que el gobierno estaría comprando dirigentes del PRO para fortalecer su base política. Milei desafió a Macri a presentar pruebas concretas de sus acusaciones, diciendo: “Que traiga la factura y la muestre”. Además, el mandatario destacó que, a pesar de algunas voces disidentes dentro del PRO, existen dirigentes como José Luis Espert, Cristian Ritondo y Diego Santilli que están trabajando para conformar una estructura electoral competitiva en la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de arrebatarle el control al actual gobernador Axel Kicillof.
Esta respuesta se produce en el contexto de una creciente tensión entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO, especialmente después de que Macri acusara al Gobierno de tratar de “comprar” a dirigentes del PRO. Desde LLA, se ha enfatizado que cualquier acercamiento con el PRO debe ser claro y sin ambigüedades; de lo contrario, competirán por separado en las próximas elecciones. Por su parte, Macri ha señalado la importancia de mantener la transparencia y la coherencia con el electorado, sugiriendo que cualquier acuerdo debe basarse en principios sólidos y no en tácticas oportunistas.
En resumen, la relación entre Milei y Macri atraviesa un momento de fricción, con acusaciones mutuas y diferencias estratégicas que podrían influir en las futuras alianzas políticas. Mientras LLA busca consolidar su independencia y atraer a dirigentes del PRO bajo condiciones claras, el PRO parece dividido entre quienes buscan una colaboración con el oficialismo y quienes mantienen una postura crítica. Este escenario plantea interrogantes sobre la configuración política de cara a las elecciones legislativas del próximo año