El Gobierno oficializa aumentos que seguirán la inflación, en un contexto de ajuste y presión del FMI.
A partir de mayo, las tarifas de luz y gas aumentarán entre un 2,5% y 3%, según anunció la Secretaría de Energía. Este incremento se enmarca en la implementación de la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), un mecanismo que ajustará mensualmente las tarifas en base a una fórmula polinómica que considera la inflación minorista y mayorista. La medida, largamente solicitada por las empresas distribuidoras, busca garantizar previsibilidad en sus ingresos.
La RQT abarca los segmentos de transporte y distribución de energía, afectando principalmente a las distribuidoras del AMBA, como Edenor y Edesur, y a las transportistas nacionales. En el caso del gas, el ajuste se aplicará a nivel nacional. Sin embargo, el tramo de generación mayorista queda excluido y seguirá siendo regulado por el Ministerio de Economía.
Este nuevo esquema tarifario se alinea con las exigencias del acuerdo con el FMI, que incluye la reducción de subsidios y la normalización de tarifas. Aunque el Gobierno asegura que los aumentos estarán por debajo de la inflación y se aplicarán en cuotas para mitigar el impacto, persisten las dudas sobre el efecto real en los bolsillos de los usuarios, especialmente en un contexto de alta inflación y pérdida de poder adquisitivo.