Un informe de FADA expuso cómo los tributos se llevan un cuarto del precio de los alimentos básicos.
Uno de cada cuatro pesos que se paga por productos esenciales como el pan, la carne o la leche se va en impuestos. Así lo reveló un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), que analizó el precio final de los alimentos desde su origen hasta las góndolas.
En el pan, el precio se multiplica por 12 desde el trigo hasta la panadería. De ese valor, el 24% son impuestos, el 60% costos y apenas el 16% ganancias. La carne muestra un reparto similar: 60% costos, 25% impuestos y 15% ganancias. En la leche, la presión fiscal es aún mayor: 26% impuestos y solo 7% ganancias.
La carga impositiva incluye tributos nacionales, provinciales y municipales. Más del 70% son impuestos nacionales, como el IVA y otros. Según FADA, esta presión impacta sobre todo en los sectores más pobres, que destinan la mayor parte de sus ingresos a comida.
Desde la fundación reclaman una revisión de la estructura tributaria para bajar el peso impositivo en los alimentos y favorecer una cadena más justa para productores y consumidores.