El 23 de abril, Barcelona se llenó de libros y rosas para celebrar Sant Jordi, su fiesta más emblemática. Este año, la ciudad batió récords con 500 puestos distribuidos en 3,5 kilómetros, donde autores como Julia Navarro y Dolores Redondo firmaron ejemplares. La jornada, marcada por el buen clima y la cercanía con Semana Santa, promete superar los dos millones de libros vendidos y una facturación de 25 millones de euros.
En Buenos Aires, la tradición catalana también tuvo su espacio. A las 12 del mediodía, en la estación Plaza Italia de la Línea D de subte, se realizó una suelta de libros en catalán y español, junto con la entrega de rosas. El evento contó con la participación de la promotora de lectura Cecilia Bona y el escritor catalán Carlos Torner, vicepresidente del Centro PEN Internacional.
Así, tanto en Barcelona como en Buenos Aires, Sant Jordi reafirma su lugar como una celebración que une cultura, tradición y amor por la lectura.